Supported by
Más allá de la guerra que conocemos
Los combatientes mexicanos que fueron a la guerra junto con Estados Unidos
En 1945, el Escuadrón Aéreo de Pelea 201 ayudó a las Fuerzas Aéreas del ejército de Estados Unidos a derrotar a Japón, en una alianza que transformaría drásticamente la relación entre ambos países después de la guerra.

Regístrate para recibir nuestro boletín con lo mejor de The New York Times.
El más reciente artículo de “Más allá de la Segunda Guerra Mundial que conocemos”, una serie del Times que documenta las historias menos conocidas de la guerra, recuerda a las Águilas Aztecas, un escuadrón de cazas mexicano que se entrenó en Estados Unidos y luchó contra los japoneses junto a tropas aliadas en el Pacífico asiático en 1945.
En los últimos días de mayo de 1945, un escuadrón de pilotos en sus P-47 Thunderbolt descendió sobre un convoy militar japonés. Más arriba, varios pilotos estadounidenses albergaban dudas sobre estos novatos, que se estrenarían en la liberación de Filipinas y, encima, mexicanos.
En su corpulento y rápido P-47 Thunderbolt, el teniente Reynaldo Pérez Gallardo se abalanzó sobre el convoy, volcando rondas de calibre .50 sobre los camiones japoneses, en ataque a baja altura. Entonces, cuando los vehículos estallaron en llamas, Gallardo ascendió su caza sobre el cielo del Pacífico, en una vuelta de la victoria, exponiéndose al fuego enemigo. Por la radio, una voz estadounidense crepitó: “¡Mira a ese mexicano loco!”.
Loco o no, este nuevo grupo de combatientes —unos 30 pilotos de una fuerza de 300 del Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, apodado como las Águilas Aztecas— ahora estaba en la lucha para liberar al pueblo filipino.
El 201 no tuvo un efecto importante en el resultado general de la gran guerra en el Pacífico hace 75 años. Pero al final del conflicto, estos hombres fueron aclamados por su valentía y letalidad en sus máquinas, amados tanto por los filipinos como por los estadounidenses debido a su ferocidad. Y su participación junto con los estadounidenses ayudó a mejorar las relaciones entre México y Estados Unidos después de la guerra, argumenta Gustavo Vázquez Lozano en su libro El Escuadrón 201: La historia de los pilotos mexicanos de la Segunda Guerra Mundial, publicado en 2017.
Además de Brasil, que envió tropas para pelear en Italia, México fue la única nación latinoamericana que luchó activamente contra el Eje, específicamente el Imperio japonés, una decisión cuidadosamente tomada por el presidente mexicano Manuel Ávila Camacho, él mismo un antiguo soldado.
Advertisement